sábado, 8 de abril de 2006

Seducción


El baloncesto lo gestó y lo parió el Dr. James Naismith en 1891 en las entrañas de los Estados Unidos. Era un profesor con un perfil intelectual de mucha calidad. El juego gustó tanto, que se extendió vertiginosamente por todos los Estados Unidos y después por el mundo. Es indiscutible el poder de seducción del baloncesto.

La escuela y sus expectativas pedagógicas en la dimensión lúdica, fué la matriz del baloncesto. Este deporte es una referencia obligada de la cultura norteamericana, hace parte del aire que respira, y fundamentalmente es parte de la estructura de su espíritu.

Desde hace rato, existe lo que han llamado el debate eterno: ¿qué es mejor, el baloncesto que se juega en la NCAA o el baloncesto de la NBA? Matt Yglesias, en su artículo publicado el 21 de Marzo del presente año, en
American Prospect, volvió a generar polémica en los Estados Unidos, diciendo que el baloncesto de la NCAA es un baloncesto mal jugado, mediocre, sin dominio técnico, sin verdaderos atletas, donde no juegan los mejores, además, con un sistema de campeonato absurdo. Es muy difícil hacer una comparación entre el baloncesto de la NCAA y la NBA ya que los dos tienen un contexto diverso, pero vecino. Hay muchos especialistas que piensan que no todo lo que brilla es oro en la NBA . La prueba reina es que los extranjeros llegaron a poner la gente en su sitio.

El torneo universitario norteamericano de baloncesto, con todos sus defectos, ha generado a través de la historia, la más grande red de pasión que pocas organizaciones en el mundo pueden mostrar. Ha sido un laboratorio productivo. Y si miramos el baloncesto mundial, como un sistema integral, notamos que el baloncesto universitario es parte fundamental de la familia y del placer que se disfruta en todos los rincones de la tierra. Hay que observar los hechos desde una perspectiva sistémica, porque si no, fragmentamos la realidad y nos convertimos en ciegos situacionales.

El mundo aprendió a jugar baloncesto y descubrimos que no sólo en Norteamérica se juega basket. Hay un basket de muy buena calidad en Europa, en Asia y hasta en Suramérica y Centroamérica donde Brasil, Argentina, Puerto Rico, Panamá y Cuba se mueven en el exclusivo club de la élite. Hoy, como nunca antes, el basket mundial se consolida, como un deporte popular y de alta jerarquía lúdica. La NBA recluta y contrata jugadores en todas partes. Lo mismo han hecho las universidades con prospectos de otros países. Hace unos años era imposile que la NBA tuviera estrellas como Ginobilli y Gasol.

Muchos, en Estados Unidos, no asimilan todavía la universalidad del basket. Se globalizó. Aún no entienden que Naismith hizo un extraordinario aporte a la sociedad. El basket dejó de ser un referente cultural exclusivo, para convertirse en un patrimonio de significado mundial.

1 comentario:

Frank Morris dijo...

Siempre me he interrogado si el baloncesto ayuda a crecer o si los entrenadores escogen gente que ya es alta.

Es un gran deporte que forma el caracter, la agilidad y el buen equipo de trabajo